Cuando el Árbol de la Vida brotó de la Tierra solo habitaba en ella el Silencio. Era la época ideal; desprovisto de criaturas errabundas, todo fue paz, una existencia sin luchas, sin dolor y sin sobresaltos. El Silencio descansaba entre las raíces del Árbol de la Vida y, acunado como un hijo en el vientre materno, todo Lo Por Decir, hijo único y
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